Ortopodología

 

Un tratamiento ortopodológico efectivo va más allá de simplemente proporcionar un soporte plantar; implica también brindar recomendaciones de calzado y una adaptación precisa de dicho tratamiento. Es esencial comprender las distintas partes del calzado y sus objetivos principales, ya sea para seguridad, vestimenta, deportes, entre otros.

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La ortopodología persigue la neutralización del pie, situándolo en una óptima funcionalidad. A través de tratamientos ortopodológicos, buscamos lograr el máximo nivel de funcionalidad, a menudo traduciéndose en un pie asintomático. La importancia radica en la personalización de tratamientos, ya que cada paciente requiere una neutralidad específica según el comportamiento biomecánico de su pie.

 

Frecuentemente, un mismo paciente presenta necesidades ortopodológicas diferentes para cada pie. Mediante un estudio biomecánico y pruebas complementarias, se llega al diagnóstico de la patología y al diseño del soporte plantar (plantilla).

 

El propósito fundamental de los soportes plantares es lograr una distribución uniforme de las presiones que afectan al pie. Existen diversos tipos de ortopodología, como la paliativa, compensatoria, correctiva y sustitutiva, cada una con objetivos terapéuticos específicos. En esta entrada, exploraremos con mayor detalle estas variantes.